Becas en la UNA (Universidad Nacional) Costa Rica


Dr. Leiner Vargas Alfaro
Académico UNA


Chocolate sin caco, sobre el sistema de becas de la UNA

He leído con mucho interés el debate reciente entre los representantes estudiantiles y la administración universitaria alrededor del tema de las BECAS. Se ha dado mucha información en el informe al Consejo Universitario y algunos panfletos que han circulado en el medio universitario sobre el tema y quisiera hacerles saber algunas reflexiones, que me parece deben de considerarse de forma urgente para evitar una crisis aún mayor.

Tres elementos técnicos a aclarar:

Primero, es cierto que el monto nominal de las becas ha crecido de manera significativa producto de una asignación creciente de colones a este rubro en los últimos años. Sin embargo, el indicador nominal de crecimiento en el monto absoluto no dice la verdadera realidad de la situación económica del Fondo de Becas de la UNA. Debemos ser más precisos y conocer el porcentaje que representa el Fondo de Becas del presupuesto total universitario, que sería claramente una idea de si las becas han sido una prioridad respecto a otros rubros de gasto institucional. Este indicador nos diría claramente si el gasto en becas es proporcionalmente mayor, menor o igual, a lo largo de los últimos años, dado que la cifra nominal engaña a cualquiera, cuando en la última década el crecimiento nominal del presupuesto Universitario ha sido superior en un casi 300% a lo que se asignaba a finales del año 2000. Por lo tanto, me parece poco elegante lucir un gráfico nominal de crecimiento en el presupuesto sin dejar claro que debe de ubicarse en la razón proporcional al total que representa ese rubro.

Segundo, el tema es que no es lo mismo un aumento en el presupuesto sobre un monto de becados, lo que necesariamente se traduce en mejora en las becas de ese grupo, que un incremento en las becas para tener más becados, lo que no necesariamente se traduce en unamejora en la calidad y cantidad de recursos asignada a cada becado. Por lo que como efectivamente sucede en el 2009, se le ingresa “más cacao para hacer el chocolate, además políticamente muy deseable”, pero también se aumenta el número de estudiantes o de “los comensales que toman ese chocolate”. Si eso es cierto, lo que deberíamos tener es un indicador simple de gasto en términos reales por becado, en cada categoría de beca, para saber si efectivamente se ha mejorado la situación de los becados o solamente “se le ha echado más agua a la sopa” y la calidad de las becas sigue igual o ha empeorado inclusive. Es por eso que antes de mostrar ese grafico de aumento en el 2009, se debería saber el impacto que los compromisos adquiridos al cambiar el sistema de admisión significan para la institución., elemento que se suma a las becas del nuevo centro en Sarapiquí y la apertura de cupos, en las sedes regionales que necesariamente requieren de becas para atender a nuevos alumnos en todos los campus. Por lo que parece razonable un índice por cada región o campus y saber si realmente la calidad de las becas ha empeorado. Si el aumento en el presupuesto para el 2012 solamente cubre los nuevos compromisos con las becas en esas regiones y el aumento en el número de estudiantes a costa de una menor calidad o de mayores restricciones para los que tienen beca actualmente, entonces flaco favor le hacemos al sistema de becas de la UNA.

Un tercer elemento es el creciente costo administrativo del sistema, cuanto representa hoy el gasto de la VVE en proporción a lo que representaba en el año 2000, ha subido igual o más que proporcional al aumento en las BECAS. Además, debemos cuidar de no confundir gasto efectivo en becas y gasto presupuestado. Este tema ha sido una constante en la VVE y muchas veces se termina realizando modificaciones de presupuesto con el propio fondo de becas para adquirir otras cosas, tal ves necesarias, pero que no deberían financiarse con las becas de los estudiantes. Es por eso que debe darse los datos no del presupuesto sino del liquidado al final del año, efectivamente gastado en los y las estudiantes.

Concluyo diciendo, los y las estudiantes deben de ser una prioridad en la realidad y no en el discurso. Si estamos frente a una crisis presupuestaria no se debería cargar el peso del ajuste en las cuentas de la UNA sobre los y las estudiantes. “Es claro que si se quiere repartir más chocolate, entonces se requiere más cacao”. Con todo respeto, me parece que debemos mejorar la calidad y la cantidad de las becas en momentos en donde nuestros estudiantes son de las zonas y colegios menos favorecidos, seguramente existirán algunos gorditos en la Universidad que habrá que recortar, entre otros el aumento exagerado en el gasto de control, pero cargar el peso del ajuste en los estudiantes es la peor de las decisiones que se pueden tomar por parte de las autoridades de la UNA.



Dr. Leiner Vargas Alfaro
Economista, profesor investigador del CINPE-UNA
Web: www.cinpe.una.ac.cr
Blog: http://reflexiones11.wordpress.com
Tels: 25624338
Emial: lvargas@una.ac.cr

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